viernes, 24 de septiembre de 2010

El ruido de ese inefable vehículo


El ruido, altera la armonía de nuestras moléculas. Malditas sean las combis, y maldito, mil veces maldito el que comenzó con la importación masiva de estos vehículos que solo han traído el estres, y son el símbolo de una sociedad caótica.

La sordera es un proceso gradual, es decir, uno no se da cuenta de que se va quedando sordo, a lo mucho nos percatamos que repetimos la frase "¿qué dices?" muchas veces al día. Estos hijos de su madre van por la calle con la mano lista para apretar el claxon; lo hacen ya programados, tal vez sienten una especie de placer al hacer bulla. No son concientes del daño que causan a su paso, y si lo son, les vale un pepino.
Los que generan esa bulla son especialmente los chóferes de combi, aunque abundan también los que por tener un vehículo creen que deben avisar al mundo que están manejando.

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