lunes, 1 de marzo de 2010

Caso 5676







Ella estaba despierta casi todas las noches, mientras el esposo roncaba plácidamente.
El trabajaba de día en una fábrica de cemento, de noche roncaba sin parar.
Ella al principio soportaba estoicamente los ronquidos, pero poco a poco el ruido crugiente y burbujeante que producía la dificultosa respiración de su marido le fue alterando los nervios.
Hasta que un pensamiento se le fué pudriendo en el cerebro, cuatro años había soportado, pero era hora de poner punto final a esta insostenible situacion.

Por eso, cierta madrugada se levantó mas temprano, con los ojos vidriosos por la falta de sueño, fue a la cocina y preparó el brebaje que una hierbera le había enseñado y lo mezcló en el jugo de naranja.
Todo estaba listo para que su esposo no volviese a roncar nunca mas.

Ese fue mas o menos el tesmimonio que encontré en el atestado policial número 5676, sobre el caso de matricidio mas comentado en el pueblo.

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