viernes, 26 de marzo de 2010

El Huayco


El joven volvía después de casi veinte años a la ciudad de Arequipa, allí pasó los años mas felices de su vida, ahora regresaba por motivos de trabajo. Llegó al aeropuerto y tomó un taxi que lo condujo al hotel, la ciudad luminosa de sus mejores años y el imponente volcán estaban allí, como en sus recuerdos más preciados. Al llegar al hotel “El Emperador” ya tenia su cuarto reservado, luego de dormir un rato decidió ir a pasear por la ciudad pues recién al día siguiente comenzaba su curso empresarial. Desde hace mucho tiempo atrás, Fabián quería regresar, pero el trabajo lo fue absorbiendo y postergó este viaje hasta que el destino hizo que todo se diera para ese ansiado retorno a la ciudad blanca. El tenía un recuerdo extraño y una duda que llevaba clavada en el alma, un misterio del que había sido testigo de pequeño y ahora veinte años después quería resolver.
Su padre era un ex trabajador de tejidos la Unión, fabrica que quebró en el gobierno de Fujimori debido a la libre importación de productos chinos. El vivía con sus padres en unas pequeñas casas construidas por la empresa textil. La empresa estaba construida en un pueblo llamado el Huayco ubicado a unos 15 km. de la ciudad, rio abajo, tenia varias etapas la primera al entrar al pueblo, luego la zona donde estaba construidos los edificios de la fábrica, en el fondo en la parte mas alejado y exclusiva las casas de los ingenieros y del gerente, construcciones al estilo inglés.
Fabián había pasado su infancia jugando en el río con Leticia, la hija del gerente. Su amistad al principio fue libre, jugaban en los diversos ambientes, en la zona de los rieles, en el sendero que va a dar a la quebrada y sobre todo en el cañón que formaba el río y en la que la empresa había construido una pequeña central hidroeléctrica.
Un día el padre de Leticia, entró a la sala de operarios habló con Andrés Álvarez el padre de Fabián, le dijo que si quería conservar su trabajo debía mantener alejado a su hijo de la niña. La noticia afectó mucho a los adolescentes pero pronto encontraron un medio de verse a ocultas todos los martes que su padre iba al la ciudad.
Bajo la complicidad de la madre de Leticia que era mas comprensiva se alejaban rio abajo hasta una zona poco transitada, era el punto donde el rio Chili se angostaba mas, los farallones a ambos lados daban imponencia al lugar. Cierto martes los muchachos se encontraron jugando tirando piedras al rio, Fabián las arrojaba lo mas lejos posible, de pronto observó con sorpresa que la piedra que acababa de arrojar lejos en una zona tranquila del rio nuevamente se encontraba en su mano. Varias veces volvió a arrojar piedras que luego de seguir el curso lógico, como todas, se hundían, pero cuando una de ellas caía a la “zona”, la piedra volvía la mano del muchacho. La “zona” era un lugar donde el rio se dividía en dos brazos al chocar con una inmensa piedra, el agua estaba calma allí.
Leticia quiso repetir la experiencia mas no tenia la fuerza necesaria para hacer llegar el guijarro hasta el punto misterioso. Los adolescentes decidieron guardar el secreto.
Pero Fabián se quedó pensando, era un muchacho curioso y cierto día en que probaban de nuevo el fenómeno de las piedras que volvían, remangándose los pantalones decidió llegar hasta el mismo lugar.
Por mas que Leticia le gritase y hasta llegase a tener un ataque de nervios, el seguía paso a paso, tambaleando al pisar piedras resbalosas y por la fuerza del rio.
Cuando faltaba poco para llegar al lugar, Leticia dio un grito desgarrador, Fabián giró la cabeza asustado, y regresó lo mas rápido que pudo donde Leticia que yacía en el pasto. Se había desmayado. Leticia al volver en si abrazó fuerte a Fabián, con lagrimas en los ojos le hizo prometer que no volviese a tratar de llegar a ese lugar.
Pasaron los meses y el padre de Leticia decidió que ella debía estudiar en Inglaterra. Los niños se encontraron por última vez en el riel y lloraron prometiendo reencontrase.
Y así pasó el tiempo hasta que la fábrica quebró por la llegada de los tejidos chinos más baratos y a los obreros se les dio una indemnización. Luego Fabián y sus padres se fueron a radicar a Lima, donde el muchacho estudio Ingeniería mecánica en la UNI . De Leticia no se supo nada.
Ahora Fabián hecho un hombre volvía a recorrer la fabrica, llegaba hasta lugar donde tantas veces había compartido momentos felices con Leticia, no pudo dejar de ir a la zona que tanto tiempo había sido motivo de sus inquietudes. Ese era el momento de salir de la duda y develar ese misterio que le perturbó tantos años. Remangándose los pantalones se introdujo en las heladas aguas del rio, luchando contra la corriente tratando de no resbalarse, cuidándose de las filudas piedras.
Llegó al lugar que conocía bien, la piedra redonda al pie del farallón, la zona empozada, la gran piedra que dividía el cause del rio en dos brazos que confluían mas abajo formando el interior un lugar de agua calmas.
Al principio nada sucedió, pero pronto vio burbujas alrededor de el, sintió que se hundía y comenzó a sumergirse hasta desaparecer completamente. No sintió miedo, estaba resignado a morir en el lugar.
Despertó en la orilla, había tragado mucha agua, una voz dulce le hablaba, cuando su vista se acostumbró a la luz pudo distinguir el rostro bello de Leticia, luego sintió el beso que la niña le daba. Sí, era ella, la que tanto amaba, estaba con él a pesar del tiempo.

7 comentarios:

Cosmohemian dijo...

Bien escrito! Estaba en busco de información del pueblo 'Huayco Leticia' y la fabrica y econtró tu blog. Iré allá en el junio 2012...

Merseyman dijo...

La caida de la empresa Tejidos La Union no fue en el gobierno de Fujimori y menos por la importacion de productos chinos. La caida de esta empresa textil fue en el Gobierno de Alan Garcia por su rivalidad con Pedro Brescia-dueño de la Empresa.

Anónimo dijo...

Yo trabajé para el grupo La Unión y efectivamente la quiebra de las empresas del grupo se dió en los 90, pero debido a que Garcia antes de irse bajo los aranceles a los tejidos importados, el precio de la polypima era casi 5 veces el de un challis colombiano, el puebo en crisis económica (Gracias a garcia) optaba por lo más barato.

Unknown dijo...

Mi padre trabajaba en la fabrica de 1948 a 1950 y vivimos en la casa Grande y despues en el bungalow.Yo aprendi a nadar en el Rio junto a la casa.Nuestros vesinos eran la familia Benavides el senor era el maestro de la escuela.
Saludos re inglaterra
Dave Lee

Jorge dijo...

Soy del Huaico, jamas escuche esa historia, Don Andres Alvares siempre vivio en Leticia Pueblo en la parte superior del Huaico, en el cerro.

G L O R I T A dijo...

hola, tengo una pagina web y hare mi primer post sobre Arequipa, por favor puedo usar tu historia para hablar de la zona del Huayco, enlazare tu blog para redireccionarlos hasta aqui

alanalvarez dijo...

Mi Padre se llama Andrés Alvarez y recién he leido esta historia, me parece muy bonita y romántic a
ALan ALvarez