Un leñador, un monje budista y un caminante se encuentran cierto día lluvioso de manera fortuita. Esperando a que pase el torrencial aguacero, hablan del juicio a un ladrón vagabundo por haber matado al esposo de una bella mujer.
El leñador es un testigo de los hechos, ha estado en el juicio y narra la versión que dió a la justicia así como las versiones del asesino ladrón, de la mujer y del muerto (este ha contado con ayuda de una médium). Un asesinato es narrado ( con flash backs) por cuatro testigos, uno de ellos es un muerto. Cada quien tiene una historia diferente.
Solo Kurosawa podría hacer algo magistral de un argumento simple y darle vueltas hasta retorcerlo y sacar una de las grandes películas del cine mundial, una idea que podría resumirse en la imposibilidad de descubrir toda la verdad sobre un hecho ante la subjetividad de los implicados. Rashomon habla tambien de la pasión y la lucha por una mujer de belleza infantil y perturbadora (Machiko Kyo) y de la cobardía, de la lujuria, de la traición, del honor. Muy buena actuación de Toshiro Mifune, como un vago algo loco, de risa desaforada, ladrón mundano que llega a absorvernos con su personalidad impetuosa.
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