La película de David Mackenzie no prometía mucho, parecía ser la clásica comedia americana tipo American pye, más esa tarde, después de dudar un poco ingresé a la sala de cine.
El filme comenzó como un diario personal, el protagonista diciendo: siempre fui irresistible con las mujeres... y vemos a un tipo joven bien parecido, vestido a la moda, caminando por las calles de Los Angeles y luego desde una parte alta divisando la ciudad. Por la noche camina relajado rumbo a una discoteca, mientras a voz en off nos confía los gustos y defectos de algunas mujeres que encuentra en el local, pero esa noche busca una mujer más especial: la madura con dinero. En la jungla de música y colores la encuentra; tasa la calidad de sus prendas y su porte; no se equivoca, es la que quiere, la sigue sin titubear, le sonríe y le pregunta su nombre...,ella lo rechaza cortésmente, el insiste con alguna frase ingeniosa, luego de un forcejeo de frases coquetas logra su objetivo y se van al departamento de ella ( en la vida real no parecería tan fácil la cosa, pero resulta creíble: el tipo tiene ángel).
Y el galán se involucra con la millonaria, los dos se usan, es una especie de contrato tácito, nada nuevo en el mundo, pero mientras está con ella sigue en su vida normal, entre juergas y amores pasajeros. Hasta que conoce a una camarera de la cual se enamora de verdad y que pronto descubrirá que lleva la misma vida de él cuestinándole toda su puta existencia (literalmnte hablando).
Podría parecer un argumento trillado, pero lo salva el estilo, la buena actuación y el giro al final de la película. No todas son rosas en la vida de un ser así, queremos entender a un gigolo, el materialismo de nuestros tiempos, la crudeza de la supervivencia, el arte de atrapar a la presa, y el precio de la libertad, temas inagotables en la literatura y el cine.
Película recomendable, esperemos ver otros trabajos de este buen director.